Tomar la palabra
- Agustín Ramos - Sunday, 05 Oct 2025 10:24



¿Por qué soñamos lo que soñamos? Así, en plural. O, para empezar por el principio, ¿mis sueños son sociales? Me refiero a los sueños que sueño o recuerdo haber soñado, a los que creo recordar o sobre los que me interesa platicar. Sueños propios e intransferibles, lo más íntimo y ajeno al exterior, lo que sueño en mí, desde mí y las más de las veces exclusivamente para mí; o bien aquello que ni siquiera sueño para mí, porque lo olvido y le quito interés hasta para mí mismo. Mi sueño, como mi duermevela y mi despertar, como mi soñar despierto y mi nadar de muertito o mi actuar en piloto automático, es mío. ¿Me diferencia eso del soñar de cualquiera de mis congéneres, con la riqueza y profusión de las huellas dactilares, las pupilas y los humores? Porque al provenir de mí no será idéntico al sueño de otra u otro; sin embargo, será similar y así nos identificaremos en contextos propios. Entonces, si mi soñar es una práctica común que no deja de ser individual, ¿qué tan social será?
¿Las sociedades sueñan? Si se considera la actividad onírica como un tipo específico de actividad mental, la respuesta cae por su propio peso. Sí, sueñan. Por las mismas infinitas razones por las que piensan y por las que son eso, sociedad. Porque son humanidad y, tal vez, quién sabe, sueñen para alcanzar vidas mejores. Pero si nuestros sueños fueran sociológicamente interpretables, ¿comprobarlo y afinarlo enriquecería las disciplinas de conocimiento que navegan en los sueños con todas las herramientas y los alcances de sus voluntades?... Ante la ambición de los científicos por descubrir y su consecuente hiperespecialización en parcelas de los campos del conocimiento de la sociedad y/o de la mente y el cerebro, el eminente sociólogo francés Bernard Lahire propone una vista panorámica sobre los sueños de la sociedad, en un libro que sin ser de divulgación científica puede recomendarse así y leerse como las mejores novelas de misterio.
La interpretación sociológica de los sueños de Bernard Lahire, coeditado por la Universidad Veracruzana, constituye una aportación a los campos de estudio de los sueños y de la sociedad. La clásica Interpretación de los sueños es el horizonte que Lahire nunca pierde de vista; sobre él despliega la vastedad y las bastedades de los recursos y procedimientos analíticos freudianos (censura, sexualización, infanciación, paternización), repasándolo pormenorizadamente en sus hallazgos y en sus contradicciones, y reparándolo para empezar la traza de un horizonte nuevo… Por esto y más, hasta quienes ignoramos casi todo acerca de la sociología y del conocimiento de los procesos mentales, del cerebro y la conducta, podemos acompañar al autor en su viaje a través de las contribuciones no sólo del padre del psicoanálisis sino también de los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de lo que sabemos sobre la mente, sin obviar por ello a las eminencias de las ciencias sociales involucradas en esto de soñar…
Para esta travesía que une la sociología con los sueños, el autor parte tanto de un amplio programa de investigación como de su teoría denominada sociología disposicionalista y contextualista. Sobre esta última, Lahire dictó una conferencia magistral en Xalapa, transcrita y publicada en la revista Clivajes, disponible en http://clivajes.uv.mx/index.php/Clivajes/editor/proofGalley/2580/4448. La lectura de ésta, como la presentación del investigador José Alfredo Zavaleta Betancourt a La interpretación sociológica de los sueños, facilita la comprensión de nosotros los legos… El interés de los estudiosos lo doy por descontado.