Artes visuales

- Germaine Gómez Haro | germainegh@casalamm.com.mx - Sunday, 05 May 2024 12:58 Compartir en Facebook Compartir en Google Compartir en Whatsapp
Graciela Iturbide: la belleza de lo inefable

 

“La fotografía para mí es un pretexto para descubrir la vida”, ha expresado Graciela Iturbide en numerosas ocasiones, y a través de su mirada descubrimos un mundo otro, donde los personajes, los objetos, los animales y los paisajes cobran una dimensión profunda, más allá de lo aparente. Graciela recorre toda suerte de parajes impulsada por esa curiosidad infinita que denota el brillo de sus ojos, siempre chispeantes en busca de todo eso que sólo ella ve abierta a la imaginación y a la sorpresa. La Fundación Javier Marín, en el Centro Cultural Fábrica de San Pedro en Uruapan, Michoacán, presenta una de las más extensas e imponentes exhibiciones que se han hecho de esta artista de la lente, integrada por alrededor de doscientas obras, desde las más icónicas hasta las más recientes, realizadas durante más de cincuenta años de trabajo, presentadas en un audaz diseño museográfico creado por el arquitecto Mauricio Rocha y acompañadas por la sonorización del artista Manuel Rocha.

Discípula y ayudante de Manuel Álvarez Bravo, con quien recorrió nuestro país con su cámara y aprendió a captar la belleza y el asombro de lo cotidiano, en la actualidad es la fotógrafa mexicana más reconocida a nivel internacional con exhibiciones en los museos más importantes del mundo y merecedora del prestigiado Premio Hasselblad, entre muchos otros. Nuestra Señora de las Iguanas es una de sus obras más conocidas que ha dado la vuelta al orbe y se ha convertido en imagen emblemática de la comunidad zapoteca en Juchitán, reproducida en una escultura urbana, en vestimentas, gráfica, murales y hasta souvenirs. Sus series de los años setenta, dedicadas a las mujeres juchitecas y a la comunidad seri del desierto de Sonora, conmueven por la frescura con la que la artista retrata el alma de las personas, mientras que en sus autorretratos de diferentes momentos nos revela su propia esencia: Graciela ensimismada, soñadora, adolorida, misteriosa, con esa capacidad única de plasmar la ambigüedad que hace que una obra de arte alcance lo sublime.

Entre sus series de objetos, son significativas las imágenes de India, ese país que Octavio Paz supo captar profundamente y esbozó analogías con nuestro país, como se lee en su obra Vislumbres de la India. Como el poeta, la fotógrafa también recoge escenas callejeras de la vida cotidiana india, cuya espontaneidad nos remite al espíritu lúdico de nuestros pueblos, donde las imágenes de lo cotidiano conforman un caleidoscopio de sorpresas; con su ojo refinado en extremo, Graciela atrapa el “momento decisivo” del que hablaba Cartier-Bresson, y que en su vastísimo corpus de obra se palpa repetidamente: “Yo digo que hay dos momentos decisivos: uno cuando aprietas el gatillo de la cámara y luego cuando eliges entre los contactos.” Su profunda conexión con la naturaleza la ha llevado a aventurarse en muy diversas regiones que ha registrado en sus series de paisajes en los que juega magistralmente con la riqueza de las texturas y el poder de la luz y la sombra, para crear atmósferas que invitan a la contemplación. Sus fotografías más recientes fueron realizadas en la isla canaria de Lanzarote y se presentan por primera vez en esta muestra.

El instinto, la intuición, la capacidad de asombro, la imaginación y la sorpresa son los componentes esenciales en la creación de Graciela Iturbide. El corazón enciende la mecha y el ojo presiona el obturador: sus fotografías nacen de la pasión por el oficio y la sensibilidad a flor de piel para captar el momento decisivo. “De alguna manera en casi todos mis trabajos estoy en mi sombra”, expresa en una entrevista con Uriel de Jesús Santiago. Graciela es sombra y presencia en cada una de las fotografías de esta imperdible muestra que invita a ver el mundo con los ojos del alma, para aprehender la esencia que se nos revela en las cosas pequeñas, ésas que realmente contienen la belleza de lo inefable.

 

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