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La Jornada

 

Qué leer/

Una noche de luna,

Caradog Prichard, traducción de Ismael Attrache, Editorial Muñeca Infinita, España, 2024.

Un individuo regresa a su población natal en las colinas de Gales. Observa los paisajes de su infancia y recurre a la memoria, siempre difusa. Se revela gradualmente la calamidad de una pequeña ciudad durante la primera guerra mundial y se desarrollan rasgos de la mente –también en crisis– de un niño que percibe el desmoronamiento de un mundo que se transformó. Una noche de luna es la única novela de Prichard (1904-1980), poeta y periodista que trabajó para News Chronicle y para The Daily Telegraph. Según la crítica, resulta la mejor novela galesa de todos los tiempos. “Dura historia, oscura en algunos pasajes y en cierto modo autobiográfica, está impregnada de humor e iluminada por una prosa lírica que recuerda al realismo mágico”, dicen los editores.

 

El ojo de Goliat,

Diego Muzzio, Editorial Las Afueras, España, 2024.

En El ojo de Goliat se cuenta el vínculo entre un psiquiatra y un paciente que se ve afectado mentalmente durante la visita a un faro. En esta relación se estudian las dicotomías entre el juicio y el enloquecimiento. La novela está ambientada en las primeras décadas del siglo XX, con las consecuencias de la primera guerra mundial. “Pierce comentó que El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde era uno de sus libros de cabecera. […] La psiquiatría era para Pierce un sacerdocio; el sanatorium, un templo”, escribió Muzzio.

 

Historia de una terraza,

Hilary Leichter, traducción de Julia Osuna Aguilar, Alpha Decay, España, 2024.

Historia de una terraza está constituida por cuatro historias unidas. Los personajes –Annie, Edward y su hija Rose se mudan a un pequeño departamento y son visitados por su amiga Stephanie–, tras abrir un armario, encuentran una atractiva terraza. El lugar, “una distorsión desconocida del espacio-tiempo”, tiene un gran peso en sus vidas. La novela es “un viaje de doble sentido hacia el pasado y el futuro, en el que se mezclan géneros tan distintos como la fantasía, el romance, el drama familiar, la epopeya de superhéroes y la ciencia-ficción”. Leichter reflexiona sobre el misterio y la pérdida. “Abrió la puerta que normalmente daba al armario empotrado y dejó a la vista una terraza, decorada con tiras de lucecitas titilantes. Unas nudosas enredaderas crecían por los bordes, con sus ramificaciones, sus brotes y su veloz escalada por los costados”, se lee en el libro.

Dónde ir/

La vida es sueño.

De Pedro Calderón de la Barca. Adaptación de Declan Donnellan y Nick Ormerod. Dirección de Declan Donnellan. Con Ernesto Arias, Ángel Ruiz, Rebeca Matellán, Manuel Moya, Alfredo Noval, Goizalde Núñez, Irene Serrano, Antonio Prieto y Prince Ezeanyim. Palacio de Bellas Artes (Juárez s/n, Ciudad de México). Martes 7, miércoles 8 y jueves 9 de mayo a las 20:00 horas.

“El motor trágico de La vida es sueño radica en el problema del destino: tragedia del destino, de la confusa circularidad de observar el dramático cumplimiento de un hecho preestablecido. Se inserta la obra dentro de un candente contexto histórico: el problema de la predestinación”, expresa la catedrática valenciana Evangelina Rodríguez Cuadros. La celebración de los noventa años del Palacio de Bellas Artes comenzará en mayo con las adaptaciones de obras representativas del teatro clásico del Siglo de Oro.

 

Keisdo Shimabukuro. Gyotaku: el camino del arte a través de la ciencia.

Curaduría del artista. Pabellón Nacional de la Biodiversidad (Centro Cultural Universitario s/n, Ciudad de México).

Hasta el 28 de mayo. Martes a domingos de las 10:00 a las 16:00 horas.

A Keisdo Shimabukuro le apasionan los peces. Recurre al gyotaku –palabra compuesta por gyo, que enuncia pez, y taku, que significa frotar– como un instrumento para vincularse con pescadores. Aprende de ellos sobre la ictiofauna. En la exposición se muestran quince piezas. Sus manifestaciones artísticas consisten en entintar los ejemplares y plasmarlos en lienzos l

 

 

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