'Imágenes brillantes': la poesía de Lu Menezes
- - Sunday, 24 Mar 2024 10:31
La poesía de Lu Menezes está poblada de imágenes brillantes y cuidadas asociaciones, cuyo desarrollo se podrá apreciar en poemas como “Papeles de la plata” y “Puente suspendido”. Posee una dicción compleja que invita a la relectura, donde los significados se adensan, como sucede en “Tinta del cielo” y “Brillo de almas”. Por otra parte, “Instante” y “Como casa japonesa” remiten a reflexiones de corte metafísico. Esperamos que el lector disfrute del territorio poético que plantea esta breve muestra, tomada de Labor de sondar. Poesia reunida [1977-2022] (2022).
Interpretando un sueño
Contemplábamos
una cortina azul celeste
cuando teatralmente se abría
como si nuestra mirada la moviera
y sin embargo nada mostrara.
Sí, la interpretación de los sueños
cayó en desuso, y se ignora aún
contra la levedad de la telaraña onírica
qué peso el abuso de somníferos tendría
Pero siendo el sueño un señor arácnido
bricoleur fingidor de imprevistos
materiales imagísticos, me acordé
que el mismo tono de azul estaba
tanto en el edredón
del centro de fisioterapia donde me trato
ingrata tendinitis de rodilla,
como en el impermeable que es mi
única prenda de alta costura.
El sueño sumario
insinuaría, entonces, ser el Tiempo –teatro.
¿Y ante la alerta de su telón
ya en tercer acto sólo nos queda
con elegancia “representar”?
No sé, no sé, tal vez.
Cualquier sueño, una vez interpretado,
acaba, al final, deslizándose con certeza
en una abismal incerteza.
Tinta del cielo
Cada vez que un señor feudal
–disfrazando la blasfemia a petición de la Iglesia–
gritaba Par le sang bleu! en lugar
de Par le sang de Dieu!
en los oídos de los siervos
el Verbo
color se hacía
Teñíase de azul la sangre señoril
Atrás
del biombo bleu, divino desde el más
remoto amanecer, el azul, sangre de Dios,
en sangre noble así se convirtió
Plebeyo o noble, bastardo
en el unicel de una caja de huevos,
legítimo en toda especie de flor,
toda suerte de azul
del cielo desciende
Nómada, artesano de la Distancia,
diluidor de montañas
o sedentario, aislado en los ojos de un pescador,
con su fiel frescor, el azul – globe-trotter mayor –
errando más allá de los aires
en lagos, mares, ríos de la Tierra y de la sangre,
tinta del cielo aún es.
Entre panes de azúcar
Una vez decantado
llamábase “pan de azúcar”
el terrón de cristales concentrados
en molde cónico de barro
Pasó al cerro
el nombre
–puente–
de pan a Pan
erguido por los golosos
largos dedos de los ojos
Salado, granítico,
el grande
se mantiene tan bonito que resiste
al tedio turístico-postal
Casi extinto, el pequeño
pan de azúcar colonial
sólo en el Norte de África
–alfarería inmensa–
todavía se produce
en molde de cónica cerámica
y se vende
envuelto en papel
azul, ceniciento o pardo
en el aire ocre arcilloso
de las mercerías afro-orientales
Papeles de la plata
(A Hileana y a Mario Carneiro in memoriam)
Calle de fotografía blanco y negro antigua
en playa de luz convertida
por la migración de la plata a la superficie del papel
como si la naturaleza fotoquímica
a lo largo del tiempo forjase
una copia aún más fiel del esplendor local un día
Como si con tal fenómeno
la plata declarase
ser extenso su espejo...
y en la calle de esta foto se mirase
el rostro manifiesto
de una carretera de plata que lo Real atraviesa
Brillo de almas
Alma, obsoleta
medida demográfica vigente
en las poblaciones brasileñas de otrora…
hoy sobreviviente
cuando anochece, cuando se encienden
las lámparas de las casas
y se reaniman las pequeñas ciudades
repobladas
de almas que a lo lejos –a lo ancho de la carretera lucen.
No lucen
en la mondrianesca cuadriculecencia de la urbe,
en el boogie-woogie nocturno tan bello de la urbe
o en cualquier refulgente
favela en ella incrustada.
Demasiada gente
apaga la lámpara del alma
–alrededor
ella requiere
vacío que reencienda
su aura– eléctrica en la era
de reproductibilidad electrónica.
Llama para la cual
es clara condición
la soledad
se llama alma.
Ornitomancia
(a mis padres, in memoriam)
Ella no sabía de la ornitomancia,
“adivinación por el vuelo o el canto de las aves”,
cuando se preguntó
–¿Será suyo
ese canto colorido que resuena prolongado y libre
como liberado de largas penas?
–¿Será él
ese pájaro escondido?
Su madre
ahora llora cuando ve
alas de gallina en la cazuela:
“Era la parte que más le gustaba”
Hija mayor, trinante y ornitomante,
anuncia que el padre, con su espíritu de pájaro,
voló hacia no muy lejos…
de la gran jaula de días, noches y penas.
Puente suspendido
Mujer tensa
que piensa mientras se peina
en cómo desenredar su vida
Puente colgante
entre cabello y mente
entre
nudos amotinados
e inevitable naufragio
el peine
cede al llamado del ángel coiffeur
cede su turno
a una tijera
que corta pensamiento falaz
delegando al espejo
reflejar
un fleco rojo
demasiado corto
Como casa japonesa
–Alma–
como casa japonesa
leve seas
Pueda en torno a ti
–a cada instante, a cada gesto–
haber
no falta ingrata, mas vacío tutelar
con valor similar
al que está alrededor
de las cosas en el país
“del sol naciente”
Pueda en torno a ti
prosperar
como sol naciente
el vacío
como elogio
al puro acto
de estar en el espacio,
ser, existir, respirar
Y cuerpo –quien me diera–
alimentando el esprit de finesse de un gastrónomo delgado
nutrieras tal vacío;
quien me diera en alta –el alma– y así la dejaras.
Lengua
Lodo seco chasquea bajo los pies
de un pueblo del desierto que habla
una lengua que chasquea
Se afina
albísima arena silbando
finísimo
a cada paso
nuestro
su sonido de seda
Mas allá
de humana habla,
desde muy lejos
la lengua también
suela del pie
es
Instante
Instante gigante,
instante espacio del instante
donde ilocalizable fuente ofrece
rara agua errante
tan rala que el corazón
bebe a gatas
desnudo como un caballo
Versiones de Rodolfo Mata y Marco Antonio Campos.